Es curioso como la ignorancia del papagallo le obliga a repetir las órdenes hasta que encuentra alguien que le indica que no es correcto, con lo que acto seguido entra en cortocircuito, su mundo se derrumba y va a llorar a una esquina.
La cuestión suele ser más dolorosa de lo que usted piensa cuando el que escucha asiente sin rechistar y pasa por el aro. Vamos a explicarlo con unos pequeños ejemplos. Pero vamos seguro que lo encuentra usted en mil sitios.
Las normas de empresa no son leyes
Es decir, que una empresa ponga por norma (a los clientes) no cobrar en efectivo, por mucha norma que tenga esa empresa... el dinero es dinero y tienen que pasar por el aro. Siempre estará la escusa de que si tiene que ser la cantidad exacta, que si no hay cambio, bla bla bla... Tienes varias opciones:
- Irte y que pierdan un cliente y poner tu queja formal
- Pagar con otro método porque no tienes más cojones por ejemplo, ya que necesitas coger un tren o un vuelo y no te vas a poner a pelear con el tontolturno o la tontalturno (piri sir inclisivis), y poner tu queja formal luego
- Entrar en un bucle con el papagallo que repite que la norma es la norma (en plan mafioso) y que tú, cabezón, que la norma te la pasas por el forro y te plantas hasta que pille la pasta (nunca mejor dicho).
Pero en todo caso, la cuestión es dejar tu queja porque entonces ellos te quitan del medio y al siguiente le siguen diciendo que no se puede pagar con efectivo. Que tu tiempo es preciado y valioso pero lo haces por el bien común de esta nuestra humanidad.
El operador de turno que se te pone gallito
Con las llamadas por teléfono, como cada día están más acorralados, usan mil métodos pero el más curioso es cuando le recuerdas que existe La tonta Robinson donde te inscriben y gracias a las maravillas de la vida las llamadas pasan a ser ocasionales. Y a éstas me refiero... las ocasionales ya son personas que les da igual su vida y le echan huevos al asunto.
- ¡Señor Borja Mari! ¡Que si quiere usted critomonedas! ¡Que las tengo barata!
- ¡Señor Borja Mari! ¡¿Cómo que no quiere ahorrar dinero?! ¡Con qué compañía estás!
- ¡Señor Borja Mari! ¡El otro día me llamó usted para que le contara las bondades y ventajas de invertir en criptomonedas!
- ¡Mentira!
El tema es que si estás en la lista, no pueden hacerte una llamada comercial... pero luchar aquí es tiempo perdido. El problema viene cuando las personas que atienden la llamada son incapaces de detectar que estás dando tal cantidad de información personal y entrando al trapo que casi mejor necesitan terapia para identificar estos momentos. Mis recomendaciones son dejarlos hablando con el micrófono en silencio. Ponerle los niños gritando de fondo. O simplemente colgar y bloquear.
Es que nuestra web solo funciona en Chrome, es que debe usted instalar TeamViewer, es que si no me da acceso a su panel de control o archivos, no puedo ver el problema...
Otro caso es cuando la persona a la que pides ayuda, sabe menos que tú. Por ejemplo, falla una web y lo primero que te preguntan es que si no usas Google Chrome. Pues no, no debe ser obligatorio para que una web funcione que tú tengas instalado Google Chrome... es más insto al mundo entero, en un manifiesto aquí a que desinstale Google Chrome y pruebe al Zorro de Firefox... Podrás navegar por internet normal y sin problemas. No te dejes engañar, Edge es Chrome pero de Microsoft. Safari tiene un pase, pero está apple detrás, Brave, a saber... mi consejo es que te vengas al lado oscuro, elige Firefox. Pues eso, que esto que te cuento ya suele pasar de diferentes formas, una es que te obliguen a instalar Chrome, la otra es que te obliguen a instalar TeamViewer, o AnyDesk o cualquier otro para poder ayudarte de forma remota. Pues no. La cuestión es que se quedan pillados y no saben ir más allá.
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La cuestión de todo esto es que a veces, el desconocimiento te hace dejar paso a invasiones de privacidad que deberías saber detectar. Algunos programas que te dicen instalar son privativos y hay unas aceptaciones de unas condiciones que ellos no deben obligarte a hacer. O que unas normas de empresa no deben imponerse a la ley de un país. O que no debes responder todo lo que te pregunte un desconocido por teléfono.
Estamos tan normalizados a estos ataques que no les das la importancia que deberían.
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